Escenario de oportunidades e incertidumbre para proyectos de emprendimientos
- Rafael Méndez
- 17 ago 2022
- 2 Min. de lectura
El punto de partida para estructurar un proyecto de emprendimiento, es identificar la necesidades y expectativas de un segmento de interés. Conocer sus características en términos de lo que quiere, cuando, dónde y cómo lo quiere, hace parte de la investigación de mercados. Otro aspecto a tener en cuenta es el relacionado con condiciones que no son controlables por el emprendedor, pero que afectan directamente el proyecto como la inflación y la devaluación de la moneda local.

No hay duda que la devaluación de la moneda local y el incremento del dólar, afectan el proyecto, puesto que tiene que ver con la capacidad de compra de los potenciales clientes, así como con el servicio de la deuda (amortización a capital mas intereses) cuando el proyecto se ha financiado parcialmente en dólares.
Desde otra perspectiva, hay aspectos estructurales que requieren un viraje como política pública para mejorar el entorno para las empresas y el emprendimiento. Por ejemplo y tal como lo plantea el profesor Salomón Kalmanovitz, es preocupante que el país en el 2020 presentaba un déficit en la balanza comercial de U$7.131. millones y en 2021 las exportaciones estuvieron por debajo de las importaciones en una cifra de U$11.671 millones con un déficit proyectado según la misma fuente de 8,6% del PIB, considerado el más alto de los últimos 115 años.
Otro aspecto a considerar, es el alto nivel de endeudamiento de la economía colombiana que alcanzó la cifra de U$165.168 millones en el mes de agosto y representa el 52,3% del PIB, situación que se agudiza aún más con la devaluación del peso.
Complementario a la alta inflación, la depreciación de la moneda frente al dólar y en nivel de endeudamiento, el país es afectado también por problemas estructurales históricos asociados a la pobreza, desigualdad, hambre y desplazamiento forzado, situación que ha llevado según la Asociación de Bancos de Alimentos a que casi 16 millones de colombianos tan solo acceden a dos o menos comidas al día y según la FIAN Colombia, la inseguridad alimentaria es de un 54,2% en el contexto nacional y de un 64,1% en las áreas rurales. Desde la perspectiva de la política pública, es un contrasentido la baja asignación del presupuesto asignado al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural que entre 2012 y 2022 o disminuyó en un 10,8% al pasar de $2,8 billones a $2,5 billones.
Este escenario turbulento y de gran incertidumbre representa un reto para tanto los empresarios y los emprendedores, quienes deben desarrollar una habilidad especial para identificar al menos los cambios, tendencias y comportamientos del sector con mayor afinidad de su proyecto, como para el nuevo gobierno que plantea la necesidad de hacer una reconversión en diferentes sectores de la economía para construir un país más próspero, con crecimiento social y económico y con una paz duradera.